domingo, 23 de marzo de 2008

LENGUAJE DE LAS ENFERMEDADES EN RELACIÓN A EL CONTEXTO Y CLASE SOCIAL

LENGUAJE DE LAS ENFERMEDADES EN RELACIÓN A EL CONTEXTO Y CLASE SOCIAL





DANILO ARMANDO ARGOTE BOLAÑOS



CÓDIGO 92020810965



PRESENTADO A:
MÓNICA PINEDA GAVIRIA (INFORMÁTICA MÉDICA I.)
JUAN DAVID ARIAS (COMUNICACIÓN1)





UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE MEDICINA

MEDELLÍN

2006
Nombre: Danilo Armando Argote Bolaños
Grupo: 1
Área de comunicación 1
Fecha: 23 de marzo de 2008
Tema: lenguaje de las enfermedades en relación al contexto y clase social
Fuentes de información: Fuente escrita
estrategia de búsqueda: lectura
recurso empleado: texto del área de salud y sociedad

Se encontró del texto de (elizalde Hevia, Antonio. enseñanza de la disciplina y práctica clínica. pág. 13. Medellín. Facultad de medicina, área salud y sociedad) problemas que genera la falta de comunicación global para el desarrollo de la ciencia y en especial de la medicina
Recurso empleado: internet
El tema se busco como: nombres de enfermedades el 23 de marso del 2008
Con este aparecieron 979.000 resultados
Ciclo de la información
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1958669
http://www.siicsalud.com/dato/dat007/98604012.htm
http://www.explored.com.ec/GUIA/fas819.htm
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070502115630AA2jFwN
De estos fueron utilizados para el presente trabajo las siguientes páginas
http://www.siicsalud.com/dato/dat007/98604012.htm

Con esta búsqueda esperaba encontrar tanto problemas como soluciones para el problema de las diferencias en la comunicación de las enfermedades
En encontré en http://www.siicsalud.com/dato/dat007/98604012.htm formas como se pueden nombrar las enfermedades el problema de estas para su comunicación y buscar así la mejor forma de nombrarlas y reconocerlas


LENGUAJE DE LAS ENFERMEDADES EN RELACIÓN A EL CONTEXTO Y CLASE SOCIAL
Uno de los problemas que se puede apreciar para el desarrollo de la ciencias es que esta se ve aprisionada por la dificultad de hacerse entender a otras ramas de la ciencia ya que para diferentes especializaciones cambia el nombre y significado de las cosas “la especialización a generado otro problema: los lenguajes técnicos y matemáticos, autentica torre de babel. Solamente en torno al cerebro, se publican anualmente cerca de medio millón de artículos científicos. La neurología se ha convertido en una disciplina tan esotérica, tan estrictamente subespecializada, que los investigadores encuentran una dificultad extraordinaria a la hora de comunicarse entre sí. Solo hay un puñado de investigadores que están intentando extraer un significado global del conjunto”.
Elizalde Hevia, Antonio. Enseñanza de la disciplina y práctica clínica. pág. 13. Medellín. Facultad de medicina, área salud y sociedad
Para poder encontrar un conocimiento de las cosas la ciencia se está estancando con el problema de la comunicación entre sus diferentes ramas de especialidades es por ello que deben concentrarse en hacerse entender por todos antes de darle nombres y definiciones a sus descubrimientos, es por ello que se debe estableces reglas o formas exactas de dar estos nombres y ser comunicados a todos
“Asignar un nombre es el primer paso para definir una enfermedad o síndrome. Una entidad no es "aceptada" totalmente hasta que no se le asocia un nombre, señala Victor McKusick, editorialista de Medicine. El tema le permite al autor hacer una referencia histórica a Platón, que en uno de sus diálogos atribuye posiciones opuestas a Hermógenes y Sócrates: el primero opina que los nombres son el producto de una convención, de un acuerdo, y que cualquier nombre podría ser el correcto. Al cambiar un nombre, afirma Hermógenes, el nuevo es tan adecuado como el anterior, y de hecho "frecuentemente cambiamos el nombre de nuestros esclavos, y el nombre nuevo es tan bueno como el viejo". Por el contrario, Sócrates afirma que los nombres deben asignarse de acuerdo con un proceso natural, y no a nuestro arbitrio; un nombre es un instrumento de enseñanza y un medio para distinguir la naturaleza de las cosas.
La forma de asignar los nombres defendida por Sócrates, deduce, es difícil de aplicar. El uso de epónimos, que consiste en nombrar a las enfermedades por nombres propios (usualmente de médicos, pero en ocasiones de pacientes, áreas geográficas o grupos étnicos), sigue el principio de Hermógenes, pero no completamente; estos nombres, explica el autor, brindan alguna información acerca de la historia de la enfermedad, la contribución de los científicos que la estudiaron o, en algunos casos, su distribución geográfica o étnica. Los epónimos tienen una ventaja sobre los nombres que se basan en destacar un aspecto de la enfermedad, tomando el todo por una parte, porque el aspecto nombrado no necesariamente está presente en todos los casos (como sucede, por ejemplo, con el nombre "aracnodactilia" por el síndrome de Marfan). También se han registrado casos de nombres basados en un presunto defecto, pero en los que investigaciones posteriores comprobaron su falsedad: así, el síndrome de Hurler fue llamado durante mucho tiempo "lipocondrodistrofia", en la equivocada creencia de que el material patológicamente almacenado eran lípidos, cuando en la realidad correspondía a mucopolisacáridos. Los epónimos, señala el autor, no abren juicios apresurados sobre los resultados de la investigación. También son útiles, continúa, para evitar las denominaciones que pueden asemejarse a trabalenguas: la enfermedad de Fabry es un nombre preferible a "angioqueratoma difuso hereditario", y además hoy sabemos que los angioqueratomas también se manifiestan en alteraciones que no tienen relación con la "deficiencia de alfa-galactosidasa ligada al X". El síndrome de Stickler, agrega el autor, originalmente fue llamado "artrooftalmopatía hereditaria progresiva". Los epónimos también son recomendables sobre otras designaciones que pueden ser ofensivas para los pacientes o sus familias; el autor prefiere síndrome de Hurler antes que "gargolismo" y enfermedad de Batten en lugar de "idiocia amaurótica familiar" (o su otra denominación, "forma juvenil de la cerolipofuscinosis neuronal").”
Así podemos observas como una de las mas correctas formas de dar nombres el uso de epónimos ya que estos son más fáciles de aprender y aunque no nos dan la definición de la enfermedad son los mas aceptados por la gente quien en generar es ella quien tiene que lidiar con estos nombres y deben ser ellos quienes deben aprobar las formas de definir los nombres de las enfermedades o por lómenos darles nombres a algunas,
Ya que tal vez para un científico le sea fácil aprender largos y difíciles nombres pero para una persona común esto resulta muy difícil

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